jueves, 25 de diciembre de 2008
Corresponsales del Diario Planet. Capítulo 3 En Portada
Otro sueño de la infancia hecho realidad, aunque solo sea por veinte segundos. Recuerdo en la primavera de 1979, cuando mi padre nos llevó a mi hermana y a mi al ya extinto Cine Astoria de la Plaza de la Merced, y en el palco superior vimos la que es, y a día de hoy sigue siendo, la mejor adaptación de un cómic en pantalla: 'Superman', de Richard Donner. En el Astoria tenían una silueta de dos pisos con la figura de Christopher Reeve vestido de Superman, con los brazos en jarra. Al salir de la película, fascinado, le pregunté a mi padre si podríamos llevarnos tal mastodóntica silueta a nuestra casa, a lo que mi padre, pragmático, contestó sin dudarlo: "sí, claro, y nos salimos nosotros". Por un segundo me imaginé a Superman tumbado a lo largo de la entrada, el pasilló, el salón y el dormitorio de mi hermana. Y nosotros habitando en el descansillo del piso.
Superman es de esas películas tan inalcanzables que, aunque no ha habido otro título de su saga que lo igualara en magia (la dos no estaba mal, pero no era tan magna; y de las siguientes, incluida la de Bryan Singer... mejor ni hablamos), sigue siendo un referente a la hora de compararla con cualquier nueva adaptación del cómic al cine que se estrene. Quizás este año hemos tenido una buena aproximación con 'El Caballero Oscuro'.
Gracias a Alejandro Burgos, a Carmen Chaves y a Sergio Ucelay, ya sé lo que es decirle "¡acción!" a Kent, a la señorita Lane y a Luthor. Otra friki-espinita sacada. Os dejo abajo el Making Off del capítulo. Si queréis más información de la campaña y ver las fotos del equipo del Daily Planet clickear www.enportadacomics.com.
Otra anécdota-friki de mi infancia: A finales de los 70, Coca-Cola sacó una colección de 'Superman' en los plástiquillos que se escondían bajo las chapas de las botellas y en los tapones de 1 litro. En casa, yo abría todas las que mi madre traía de golpe para ver que fotograma se escondía bajo cada tapón. De esta forma, cada vez que abría una botella, sonaba la tenue explosión de gas, mezclada con el olor de Cola que esconde cada una de las bebidas carbonatadas de dicha marca. Esta asociación de olores y recuerdos ha hecho que, durante toda mi vida, cada vez que abro una botella de Coca-Cola, recuerde aquellos tapones con la imagen de Superman adherida a ellos. ¿Alguien tiene algún recuerdo más friki? Se admiten sugerencias.
Por cierto ¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!
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¿Que los tapones olían a cola?
ResponderEliminarA...a...a...¿¿¿cola???
A ver, Mr. Noguera. ¿Derivando el tema a otros menesteres relacionados con las bajas pasiones? No esperaba menos de usted. La cabra siempre tira "pa'l monte", Malandrín.
ResponderEliminarMr García...a ver cuando machaca usted al respetable para que comente, me siento solo. De ahí las derivaciones.
ResponderEliminarPD: Más que cabra, me considero cabron(cete)
Je, je, je. Amigo Noguera... ¡eres un crack!
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