Revisando 'Camino' y 'El Desafío: Frost contra Nixon'

Empecemos por el territorio nacional. Aunque de forma tardía, tras los Goya, he revisado 'Camino'. El para mí siempre brillante Javier Fesser ha firmado la película más terrorífica de la Historia del Cine Español. ¿Y saben por qué? Por que los Zombies de 'REC' terminan cuando acaba la peli, los fantasmas de 'Los Otros' dejan de asustar al finalizar la película y descubrir su "trampa", y las criaturas de 'El Laberinto del Fauno', no dejan de ser parte del fruto de la desbordante imaginación de su autor. En cambio los protagonistas de 'Camino' podrían estar entre el público, en las salas, por la calle... en la vida. Y si la peli de Fesser se aproxima en solo un 10%... me acojonan. Y mucho. ¡Qué bien está Mariano Venancio!


En cuanto a 'Frost Vs. Nixon', primero me toca destacar la sorpresa tan agradable que nos ha regalado su director Ron Howard, tras múltiples resbalones con o sin Robert Langdon, ya que nos presenta un filme a medio camino entre el documental, el drama y el duelo intelectual basado en cómo el espectáculo puede tornarse en crítica y en una implacable busqueda de la verdad. Además de luchar por denunciar cómo el poder no es una carta blanca para hacer lo que a uno le de la gana sin pensar en la legalidad o, simplemente, la decencia. ¡Y encima, Howard consigue humanizar a Nixon (Langella) en los últimos minutos del filme!





Sobresaliente para sus actores protagonistas, que antes interpretaron la obra en teatro. ¿Para cuándo una versión española del tipo 'El Desafío: Periodista (el que sea) contra Aznar'. Pues está claro que nunca, el ex-presidente es lo suficientemente listillo como para que no lo cazen tras estos antecedentes televisados. Lástima. Estaría bien que alguna vez reconociera en público sus errores.