martes, 17 de febrero de 2009

Compás de espera



Esperando. Esperando. Esperando. Estoy entre dos aguas. Qué digo, entre dos océanos. ¿Qué hago ahora mismo? Aprendo a mirar. A no marearme. A no tener un objetivo fuera de registro, en un forzado 3-D que me hace perder la perspectiva en un falso 2-D. La cosa va p'arriba, pero a pasitos cortos. Agobiantes pasitos cortos. ¿Qué me espera? Un trabajo que no te permite ir a medias. Una gamberra de casi 3 años que me exige el 150% de mi atención. Una mujer en la semana 38 de gestación que tira del carro bregando con una barriga, una niñas de 3 años y un niño de 37. Y lo más fuerte, una chica llamada Sabrina que llegará mucho más pequeñita que su hermana, por lo que nos necesitará más a los tres. Y mientras, compás de espera. Una montaña de películas por ver, que no sé cuando veré. Una montaña de libros que leer, que no sé cuando podré empezar a leer. Y mientras, esperar y volver a aprender a ver. Aunque no me importa lo que digan. Mi Golf es Rojo.

2 comentarios:

  1. Y ya en nada te toca aguantarnos de nuevo. Ostia eso más que animos parece una maldición gitana pero sin velas negras. Esperamos verte y que nos veas pronto por la opi, cuidate.

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  2. Ve haciendo pesas, que a partir de ahora tendrás que subir a recoger los premios con dos niñas "renganchás" a tí. Cachas te vas a poner, aaaingh omá.

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